Partiendo de que la seguridad de la que hablamos, es esa que se ha forjado a través de los años con nuestro aprender de errores y logros.  Es la actitud que tomamos frente a cualquier adversidad, seguros de lo que sabemos y hacemos para poder arriesgarnos y ganar un propósito definido, y si no, seguros de que el fallo nos hará conocer más de nosotros mismos.

 

Definitivamente no debe ser confundida con demasiada confianza, porque sabemos que todos los excesos son mal vistos.  En cuyo caso la destreza que acompaña a esta, es la capacidad de resolución de problemas inmediatos o complejos.  Entendamos que una destreza, es la habilidad que se tiene para realizar correctamente algo, pues no es una pericia innata, sino que es adquirida a través de la repetición y la constancia.  Tengamos en cuenta también que es importante la inteligencia personal, y no hablo de un IQ que ya quedó descartado hace mucho, si no de cómo cada individuo puede llegar a ser tan genio con su tipo de inteligencia especial, si se dedicara a la actividad que lo apasiona y se destaque.

 

Entre las competencias del mercado laboral, los continuos retos varios de la vida, el simple ejemplo de tomar una taza de café en la mañana o una fruta, pensando; en cuál hará más bien para poder estar despiertos.  Esta es la práctica de la seguridad y la resolución de problemas, por tanto, es tan significativo enseñar a los individuos a enfrentarse a sus miedos, a sus desafíos creando confianza (seguridad) consientes siempre de lo que pueden ganar y lo que pueden perder, así poder dar credibilidad de su saber y su saber hacer.